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Incendio y dos muertes en el túnel de la M-30: demasiadas cosas fallaron.
Muchas instalaciones y edificios deben contar con un Plan de Autoprotección, también conocido como Plan de Emergencia Interior, que desde la entrada en vigor del Real Decreto 393/2007, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia, queda definido en cuanto su contenido y, lo que esmás importante, cómo debe implantarse
Recientemente hemos conocido el resultado de la investigación del incendio en las instalaciones de la M-30 donde murieron dos personas el pasado 26 de octubre.
Este incendio pone de manifiesto la triste realidad de que los sistemas de incendios y los planes de emergencias se dejan muchas veces de lado, una vez que se han justificado documentalmente para el inicio de la actividad.
En estos casos se suelen detectar fallos tanto de las instalaciones, como del "modus operandi" de las empresas encargadas de los trabajos de mantenimiento ante posibles emergencias.
Deficiencias clave
- Los bomberos reciben el aviso de un transeúnte que vio humo a la altura de una rejilla de ventilación en un parque. Ningún sistema interno de alerta registró la incidencia en el centro de control de Calle 30.
- Diversos trabajadores de mantenimiento circulan por las zonas afectadas por el incendio pese a las reiteradas órdenes de los servicios de extinción de que abandonen los recintos de la planta -1.
- Los servicios de extinción comprueban poco después de llegar que se ha activado la alarma de fallo en las centralitas del sistema de detección de fuego.
- El sistema de extinción por agua nebulizada no se pone en marcha, lo que permite que se propague el fuego fortuito en unas baterías de emergencia.
- Tampoco funcionó correctamente el sistema de ventilación en la planta incendiada. El humo se extendió por la escalera de emergencia, lo que habría complicado la evacuación en caso de que hubiera personas afectadas tratando de huir.
- Las botellas de nitrógeno que debían activar la vaporización estaban desconectadas del circuito de canalización.
- Se comprueba, asimismo, que el sistema de protección contra incendios lleva dos años sin ser revisado por un técnico.
Todas estas deficiencias muestran que la empresa encargada del mantenimiento de las instalaciones no estaba preparada para actuar ante una emergencia de este calibre, tanto a nivel de equipamiento, como a nivel de capacitación de recursos humanos.
Recordemos que el Plan de Autoprotección, conforme al RD 393/2007 de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia, obliga a la integración de las pautas de prevención mediante formación y capacitación del personal, así como el control de instalaciones generadoras de riesgo y de instalaciones de protección contra incendios, debiéndose realizar una evaluación de la eficacia del plan de emergencia y autoprotección, al menos de forma anual.
La evaluación de la eficacia deberá realizarse mediante inspecciones de seguridad y realización de simulacros. Estos simulacros deben organizarse de manera que se pueda evaluar la capacitación del personal implicado, así como la adecuación de los medios contra incendios. Si se hubiesen realizado los simulacros conforme a la normativa, se hubieran detectado los fallos en cuanto a mantenimiento de instalaciones de riesgo, instalaciones contra incendios y capacidad de actuación de los equipos de emergencia de la organización, y se podría haber evitado el fatal desenlace.
Este accidente, por tanto,podría poner de manifiesto la posibilidad de que las instalaciones no estaban revisadas conforme a la normativa, con probabilidad de que el plan de emergencia no ha sido implantado en la actividad conforme a los requisitos del RD 393/2007.
Esto nos lleva a la reflexión de porqué se siguen dando muertes por falta de atención a las medidas de emergencia, sobre todo en una sociedad moderna como la nuestra. ¿Deben las administraciones realizar un control más exhaustivo de los planes de emergencia y autoprotección? ¿Falta conocimiento en las empresas del coste real, tanto civil, como penal, de la falta de actuación en control de emergencias? ¿O es una falta de cultura del personal trabajador, que no identifican los riesgos o no actúan cuando los detectan?. Me temo que el problema ya no es tanto de formación del personal, de las empresas y de las administraciones, sino económico y cultural del "no pasa ná" y "a mí no me va a tocar" endémico en nuestra sociedad. A las familias de los operarios muertos, estas escusas ya no bastan. Tomemos ejemplo de ello.
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