El Código Ético: herramienta de la RSE
Los Códigos Éticos pueden definirse como la declaración formal de una organización de someterse a una autorregulación vinculante y vinculada al repertorio de buenas prácticas sociales, económicas y ambientales que conforman una actitud socialmente responsable de una empresa.
Los principales objetivos a lograr mediante el establecimiento de un Código Ético en la organización son:
- Valorar y respetar la dignidad de las personas.
- Ejercer una distribución coherente del poder en la cadena de mando.
- Alinea metas y propósitos de máxima importancia que se quieren alcanzar en la organización.
- Definir criterios y perfiles de selección/promoción del personal considerado “deseado” o “ideal” (desde mandos a personal de base).
- Establecer patrones para exigir y distribuir los esfuerzos, las cargas y/o las recompensas en los diversos niveles laborales.
- Categorizar sanciones por faltas cometidas y premios por logros alcanzados.
- Contribuir al bien común de la sociedad.
Con ello se pretende mitigar posibles acciones poco morales o éticas por parte de las personan que conforman la organización, tales como:
- Fraude en interés propio.
- Competencia desleal.
- Uso de lenguaje violento en publicidad o inducción de criterios contrarios a la dignidad de la persona/publicidad engañosa.
- Demora injustificada en el pago a empresas proveedoras.
- Utilización fraudulenta de mano de obra.
- Irresponsabilidad ambiental.
- Ofrecimiento o aceptación de Sobornos (administración, Canales Comerciales, Empresas Proveedoras).
- Discriminación por razones étnicas, sociales, religiosas y/o políticas.
- Irresponsabilidad en la seguridad y la higiene del personal y de los productos.
- Blanqueo de capitales.
- Abuso de poder, acoso de cualquier tipo.
Para obtener nuestro Código Ético, deberíamos tener en cuenta los siguientes bloques de acción:
- Compromiso de la Dirección
- Definición del Grupo de Trabajo
- Planificación
- Sensibilización: Clima Laboral, Grupos de trabajo
- Diseño del Código Ético
- Aprobación
- Implantación
- Difusión y formación
- Seguimiento y revisión
Los beneficios que obtendremos serán tanto internos como externos:
Beneficios internos:
- Establece expectativas corporativas de actuación con empresas colaboradoras, mercado, personas de la organización, mandos, dirección y otros grupos de interés, ordenándose bajo los mismos principios.
- Genera lealtad y cooperación de las colaboraciones hacia la empresa. Tener un Código Ético crea un ambiente e instaura seguridad laboral que promueve los mejores y más nobles intereses de la empresa.
- Motiva a los grupos de interés. Cuando la gerencia de una empresa implementa y apoya un Código Ético contribuye a establecer una cultura ética interna que motiva a los grupos de interés a ser partícipes de ese proyecto.
- Mejora la rentabilidad y reduce los costos funcionales. Un Código Ético y los valores en él contenidos, velan por mejorar la eficiencia, reduciendo la necesidad de una supervisión directa sobre la conducta de las empresas colaboradoras y evitando su permanente rotación.
- Protección de los intereses económicos. El cumplimiento de un Código Ético protege los intereses económicos de la empresa pues establece normas para salvaguardar los activos tangibles e intangibles.
Beneficios externos
- Previene conflictos o minimiza situaciones de riesgo para la empresa, ya que los temas se tratan internamente, antes de ser regulados por la ley.
- Mejora la confianza de inversionistas. ya que su inversión generará la rentabilidad ofrecida cumpliendo con los principios éticos establecidos. De esta manera, las actuaciones de la dirección están respaldadas por la transparencia y los valores en los que cree la organización.
- Atrae a personas altamente cualificadas que ansían trabajar en una empresa que hace públicos los valores y la cultura organizacional.
- Mejora la imagen corporativa ante la sociedad ya que permite ganar el respeto y lealtad de la clientela, empresas proveedoras y comunidades.
- Desincentiva la corrupción en las compañías competidoras. Le permite a la empresa enfrentar situaciones o acciones en que la competencia actúa fuera de los parámetros de la ética empresarial.